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17 de julio, 2020

Después de cuatro meses desde el inicio de la crisis COVID-19 y de la aprobación de numerosas normativas laborales para proteger al empleo durante esta pandemia, el Gobierno comienza a plantearse cómo recuperar los puestos de trabajo perdidos e impulsar el sistema productivo. Durante un encuentro con la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA) y la agencia de asuntos públicos Political Intelligence, representadas por Ana Gómez y María Rosa Rotondo respectivamente; el Secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, transmitió la necesidad de dejar atrás los incentivos clásicos de contratación y poner el foco en el rediseño de las políticas activas.

Tan solo en la primera gran caída del empleo se destruyeron 800.000 puestos de trabajo, a principios de la crisis sobre mediados del mes de marzo. De esos 800.000 empleos, dos tercios eran temporales. “Ahora es el momento decisivo para articular políticas activas que estimulen el crecimiento y el mantenimiento del empleo, con una eficaz transición de profesionales entre los diferentes sectores”, apuntó el Secretario de Estado de Empleo. Precisamente, señaló la temporalidad como uno de los factores más determinantes en el debilitamiento del ecosistema empresarial español, junto a la precariedad laboral. Por lo que consideró imprescindible un cambio en el ordenamiento laboral.

En esta redefinición del sistema, Pérez Rey argumentó que una medida favorable podría ser la incorporación en las empresas de muchos los mecanismos coyunturales dispuestos durante la crisis. Así, aseguró que “se debería articular un sistema de representación de los trabajadores en las pequeñas y medianas empresas para gestionar la flexibilización interna”.

Otra de las estrategias anunciadas por el Secretario de Estado de Empleo en este encuentro de ASNALA y Political Intelligence fue el fomento de la formación profesional para que ni los jóvenes ni los trabajadores sénior se queden fuera del mercado laboral. “Ahora más que nunca, las políticas de formación se dotan de sentido, podrán contribuir a generar cambios en el modelo productivo y deberán insertarse en la propia mecánica de las relaciones laborales”, explicó Pérez Rey. Además, aludió a la combinación de estos mecanismos formativos con los de retorno a la actividad como un elemento fundamental para la recuperación del empleo en España.

Con respecto a los anteproyectos de la Ley de Trabajo a Distancia y del Trabajo en Plataformas Digitales, el Secretario de Estado llamó a una “reflexión sosegada” al ser normas en construcción que requerirán, una vez más, del diálogo social y el consenso. No obstante, apuntó a la conciliación como una tarea pendiente para aquellos que teletrabajan, puesto que “una de las enseñanzas más valiosas de la pandemia nos la han dado las madres trabajadoras, al confirmar que el teletrabajo no es un instrumento de conciliación”.

La presidenta de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA), Ana Gómez, tendió la mano a la Secretaria de Estado de Empleo y Economía Social para contar con los conocimientos y experiencias de los laboralistas de España en la reconstrucción laboral. El Secretario de Estado de Empleo recibió positivamente la petición y destacó que “los profesionales del asesoramiento laboral, en todos los niveles, han hecho un esfuerzo extraordinario y han realizado una labor esencial al actuar como correa de transmisión para que el ordenamiento laboral llegase correctamente a la sociedad”.

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